martes, 30 de junio de 2015

TSURUBEBI LOS ESPÍRITUS DE LOS ÁRBOLES

TSURUBEBI   TSURUBEBI   TSURUBEBI    Son pequeños espíritus de los árboles que aparecen por las noches, en los bosques de coníferas. Tienen la forma de orbes de color blanco-azuladas de llamas
de fuego. Que van cayendo de arriba a abajo de las ramas cayendo hacia el suelo del bosque, para volver flotando hacia los árboles. A veces entre las llamas se puede ver vagamente la forma de un rostro humano. Se dice que son el alma
de los árboles del bosque. No son dañinos en absoluto, e incluso sus llamas no producen calor ni queman nada. son orbes de fuego misteriosos y quien los ve les produce paz y tranquilidad, y crea unos efectos de luces en el bosque de una impresionante belleza.


G A B I J A : " LA SEÑORA DEL FUEGO SAGRADO "

GABIJA  GABIJA  GABIJA  GABIJA  GABIJA       Antigua Diosa Lituana que era considerada "Señora del Fuego Sagrado", le era ofrecida sal que se esparcía sobre los fuegos prendidos para adorarla. Este
ritual pretendía devolverle a la diosa una parte de la sabiduría y fuerza que ella ofrecía a los seres humanos. El fuego de Gabija protegía los hogares de los
ladrones y de los demonios. Podía adoptar formas zoomorfas como la de gato, un gallo o una cigueña; también solía aparecer como una mujer vestida de rojo. A este espíritu del Fuego la gente lo alimentaba con pan y sal. Ella era el protector del
hogar y la familia; a veces le dejaban un recipiente con agua limpia cerca de la chimenea para que Gabija pudiera lavarse. Antes de la llegada del Cristianismo, esta Diosa del Fuego primordial era venerada en forma de Fuegos sagrados en santuarios situados en los Bosques o en las Riberas de los ríos, servidos por sacerdotisas llamadas Vaidilutes. Ella también era diosa del maíz y otros granos que se convirtió en el pan que cada día nace con el milagro de la cocina con su Fuego.

FURARIBI: EL FUEGO ERRANTE (YOKAI)

 FURABIBI    FURABIBI          (FUEGO  ERRANTE)         Es una especie de Fuego Fatuo que se ven de noche o en lugares pantanosos, estas zonas de aguas son lugares de terror para los japoneses. Tiene la apariencia de un pájaro con cabeza de perro rodeado de llamas.
Aunque están envueltos en llamas estos espíritus no queman a no ser que sean molestados, entonces se vuelven temibles y terribles y pueden abrasar a un humano por completo. Estos yokais se

forman a partir de un alma que no haya pasado correctamente a la siguiente vida, debido a veces porque no han recibido las ceremonias adecuadas. El Furaribi es un alma perdida, un ser incapaz de descansar. Por su naturaleza de fuego a Furabibi se le asocia con los hitodama (espíritus humanos). Recibe este

nombre tan peculiar porque para muchos japoneses las llamas azuladas que emanan de los fuegos representan las almas de los difuntos que flotan en el aire. Furabibi es la llama sin objetivo.

lunes, 8 de junio de 2015

ISLA DE PASCUA:: VOLCAN RANO RARAKU

  RANO  RARAKU  LA  CANTERA  DE  LOS  MOAIS  Este Volcán se halla ubicado en la parte sureste de la Isla de Pascua, cercano a la costa. Conocido con el sobrenombre de "La Cantera", ya
que es en este lugar donde se esculpían los Moais, que luego serían distribuidos por toda la isla. La cantera esta formada por Toba (ceniza volcánica endurecida), material más blando y más fácil de tallar, aunque más frágil que
el basalto (roca volcánica)  material que se utilizó como herramienta para esculpir. La sensación al recorrer este lugar arqueológico es impresionante, trasladandote al pasado pues en este
lugar hallarás unos  397 Moais  en diferentes fases de elaboración y nos da la impresión de que los escultores hubieran
dejado sus puestos de trabajo horas antes 
de nuestra llegada y de que volverían en el turno de la mañana. Una vez recorrida la cantera, un camino nos llevará en apenas 10 minutos al cráter del Volcán Rano Raraku; dicho cráter tiene un diámetro de 650 metros, en cuyo
centro se encuentra una laguna de agua dulce con una profundidad de unos 7m. En las laderas de dicho cráter se hallan semienterrados unos 70 Moais, lo que de muestra la increíble demanda de
producción de esculturas en determinado momento que incluso se llegó a utilizar la toba de la parte interior del volcán; pero aún mucho más difícil era transportar los Moais desde esa zona pues había que bajarlos a la laguna y sacarlos del cráter.