Aunque están envueltos en llamas estos espíritus no queman a no ser que sean molestados, entonces se vuelven temibles y terribles y pueden abrasar a un humano por completo. Estos yokais se
forman a partir de un alma que no haya pasado correctamente a la siguiente vida, debido a veces porque no han recibido las ceremonias adecuadas. El Furaribi es un alma perdida, un ser incapaz de descansar. Por su naturaleza de fuego a Furabibi se le asocia con los hitodama (espíritus humanos). Recibe este
forman a partir de un alma que no haya pasado correctamente a la siguiente vida, debido a veces porque no han recibido las ceremonias adecuadas. El Furaribi es un alma perdida, un ser incapaz de descansar. Por su naturaleza de fuego a Furabibi se le asocia con los hitodama (espíritus humanos). Recibe este
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